La cemita, la joya de la corona poblana

También conocida como “cema”, la cemita sin lugar a dudas es el platillo más importante y popular dentro de la extensa gastronomía poblana, dejando muy atrás al mole y a los chiles en nogada, probablemente por su preparación que es mucho menos complicada, su precio más accesible y por supuesto su sabor.

La base de esta receta es claramente una herencia de España y familia de dos variedades de pan que durante la Nueva España eran entregados en tributo a la corona española por parte de la ciudad de Puebla: un pan salado largo y duro y un panecillo hueco muy similar al baguette francés, que se popularizó en la intervención francesa contra México.

Estos dos panes, hechos para poder conservarse en buen estado y ser consumidos en los largos viajes de navegación, pues estos podían durar de entre 4 a 8 meses. Se elaboraban con diferentes clases de harina de Atlixco, en ese entonces conocido como el “granero de México”, municipio que junto con Puebla, San Martín Texmelucan, Cholula e Izúcar de Matamoros aún conserva la tradición de la cemita.

La cemita con dicho nombre surge a mediados del siglo XIX, en coincidencia con la consolidación de los talleres de cerámica de talavera, la industria textil y la producción artesanal de vidrio en el Valle de Puebla. Su nombre tiene relación con el pan sin levadura de origen judío (semita) producido en España por la población judío-española desde el Imperio Romano. Puebla enviaba como tributo a la corona española en Madrid varias toneladas de panes seis veces al año, para así abastecer sus tripulaciones de altamar en los océanos Atlántico y Pacífico.

Aunque los ingredientes pueden variar dependiendo del lugar donde se preparen, la base sigue siendo la misma; dos trozos de pan con ajonjolí que tienen en medio carne, verduras y quesos dependiendo del gusto, pero eso sí, siempre con los ingredientes desbordando el pan. Esto la hace aún más agradable al público ya que se puede ordenar sin ciertos ingredientes que no podemos o simplemente no queremos comer.

El precio también cambia dependiendo de dónde se compren pero el promedio oscila entre los cuarenta y cincuenta pesos mexicanos; nada mal para ser un platillo que, como ya mencionamos antes, tiene todos sus ingredientes saliéndose del pan. Gracias a eso se convierte también en un alimento muy completo para las personas que tienen poco tiempo para comer y necesitan hacerlo rápido.

Por último pero no menos importante, el sabor. Aunque a veces pueda parecer una combinación un poco seca la verdad es que gracias a la verdura pasa a ser un platillo fresco y agregándole por supuesto el sabor del queso y la carne de preferencia termina siendo un platillo totalmente al antojo por lo que puedes estar seguro de que te va a gustar.

¿Dónde comer cemitas en Puebla?

Cemitas «Las Poblanitas» Del Carmen

Estas son de las más conocidas de Puebla y unas de las más tradicionales, el local más famoso es “Las Poblanitas” y es muy fácil identificarlas ya que siempre hay una larga fila para ordenar. Con más de 28 años de existencia, “Las Poblanitas” tuvo su inicio en el Mercado “La Victoria”, bajo el mando del matrimonio Meza; sin embargo, en 1987, el negocio fue traslado a su sede actual, en el Mercado del Carmen.

La mejor recomendación en este lugar es la cemita de puerco, además de que es una de las más solicitadas por los clientes.

Mercado de los sabores poblanos

La dinámica del Mercado de Sabores Poblanos es similar a la de un foodcourt de una plaza comercial, se tiene la libertad de elegir dónde comer sus alimentos. Llegar a este mercado es disfrutar de todos los olores y sabores de la cocina poblana tradicional, básicamente encontrarás de todo aquí; sin embargo cuando de cemitas se trata la gente recomienda “Cemitas Alex” quienes cuentan con buen sazón, precios accesibles y servicio rápido. Si visitas este mercado también podrás disfrutar de Wi-Fi gratis.

Cemitas Lupita

Para algunos poblanos son de las mejores cemitas de la ciudad. Están un poco retirados de Puebla Capital (ubicados en Cuautlancingo), pero en ellos resalta mucho la limpieza y amabilidad de su servicio, los ingredientes son de primera calidad y la carne carne es muy magra, casi no tiene grasa.

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